
Las colecciones de cerámica y piedra de los Museos del BCCR
Museos BCCR
Por Priscilla Molina Muñoz, Curadora de Arqueología, MBCCR
La colección de cerámica cuenta con 1922 piezas y la de lítica tiene 46. Los tipos cerámicos y líticos asociados se han hallado en ajuares funerarios, por lo que se asocian a contextos rituales específicamente.
La colección de cerámica cuenta con una variedad amplia de artefactos de las tres regiones arqueológicas del país (zonas Norte, Sur y Central), en las que observamos jarrones trípodes, vasijas, instrumentos musicales ‒como maracas, sonajeros, ocarinas, pitos, flautas‒, además de sellos, incensarios, inhaladores, pipas, cuentas, entre otros.
Las decoraciones asociadas, según el período y la región de referencia, tienen pintura bicroma y policroma y modelados manuales con diseños muy complejos que suelen ser geométricos, lineales o zonales.
Los animales fueron las figuras más representadas; se mostraban de forma esquemática o más detalladas, encarnando felinos –pumas, jaguares, manigordos, otros‒, aves –zopilotes rey, águilas arpías, chompipes, palomas, pájaros carpinteros, entre otros‒, reptiles –lagartos, iguanas‒, animales marinos y variados mamíferos –dantas, venados, saínos, monos, otros‒.
Los seres humanos también son mostrados en este tipo de piezas, sobre todo en estado de cambio chamánico a animal, en compañía de espíritus tutelares o en actitudes cotidianas como el arrullo de niños, actividades bélicas –descarnados y decapitados‒ u ostentando indumentaria llamativa.
Por otro lado, la colección lítica también tiene presencia de objetos de las tres regiones arqueológicas del país y se evidencian artefactos como los metates, manos de moler, puntas de flecha, hachas, figurillas antropomorfas y machacadores.
Los metates presentan estilizaciones humanas, cabezas trofeo o de chamanes, en ocasiones con sus espíritus tutelares y, también, animales que eran familiares a la cultura que creó las piezas.
También vemos objetos que conformaban parte de la vida cotidiana, específicamente utilizados para la maceración de alimentos y labores agrícolas.
Todas las imágenes representadas en los objetos de la colección arqueológica dan cuenta del ser humano y el espacio social y medio ambiental en donde se relacionaba, motivo por el cual dicha colección tiene un sinfín de aristas de investigación para descubrir aspectos sociales, culturales, psico-emocionales, económicos y políticos de los seres humanos quienes elaboraron los objetos en el 300 a.C. y el 1550 d.C.
¿Cómo citar este artículo?
Molina Muñoz Priscilla. La colección de cerámica y piedra de los Museos del BCCR. (2015). San José, Costa Rica: Fundación Museos del Banco Central. Disponible en línea: link